miércoles, 23 de abril de 2008

Pauta de Discusión sobre LGE.

A razón de la problemática nacional sobre la inminente aprobación de la Ley xx.xxx, también conocida como Ley General de Educación o simplemente LGE, desde la Federación nace la iniciativa de colocar un debate y una postura como Universidad que no salga solo de las cúpulas de poder, si no que nazca de la discusión de los estudiantes de la Universidad.

Porque nuestro deber como parte de la Universidad de Chile es ser agentes proactivos y propositivos sobre los cambios que suceden en la nación, por lo que la comisión “Educación para Todos” tiene como fin ser un espacio de colaboración y coordinación para tal propósito, discutir en general sobre la crisis en la educación y en particular sobre la LGE en todos los lugares de la universidad y que se impregne la opinión de la mayor cantidad de estudiantes sobre este tópico, crucial en las políticas educacionales y la formación básica, media y superior en los próximos 20 años, es decir, un periodo donde se verán inmersos al menos 7 generaciones de chilenos.

Por eso, luego de un periodo de información en la mayoría de los espacios locales, se entrega esta pauta de discusión sobre los principales ejes de la crisis en la Educación y la LGE, para obtenerse las respuestas y una posición general sobre este tópico y todos sus matices en la reunión abierta del sábado 26 de Abril a las 11hrs en el CEIC. Desde las respuestas arrojadas por los estudiantes a la comisión se elaborara una estrategia de resolución (plebiscito, consulta, votación) de las acciones concretas que adoptaremos como estudiantes de la Universidad respecto a este trascendental hito educacional en nuestro país.

Por esto, el llamado es a cuestionar la LGE, cuestionar el futuro de la educación chilena, porque aunque para el gobierno el tema pareciera estar zanjado, creemos que se equivocan, puesto que el debate apenas comienza. Con ayuda de esta pauta invitamos a abrir el tema por la educación y convocar a espacios de discusión y debate democrática en donde todos los estudiantes de la Chile puedan ser factores de cambios mejores para la educación y en el cual las reformas que surjan sean por un bien común, en donde la mayoría salga beneficiados y donde las demandas de los secundarios del 2006 den frutos a largo plazo que construyan una mejor educación para Chile.

Comisión “Educación para Todos”

miércoles, 9 de abril de 2008

Una mirada desde la Universidad de Chile


Cuando algunos sectores de nuestra universidad plantean un nuevo trato con el Estado, esto apunta principalmente a la idea de que el Estado debe retomar su rol responsable respecto a la educación y esto no viene de la nada. Cualquier estudiante de la Universidad de Chile en su diario vivir sabe que las cosas no van bien: problemas de infraestructura y equipamiento, deficiencia en la calidad docente y mallas curriculares, pérdida del sentido público en la investigación y extensión que se realiza, considerando que estas en gran medida han quedado en manos de las demandas del sector privado, quienes han invertido recursos en dichas áreas.

Muchas de nuestras facultades viven en un estado de precarización que ya no tiene punto de soporte:

El campus Juan Gómez Millas vive un proceso de pretendida 'revitalización' de sus disciplinas. El Estado entregará recursos, a través de un "convenio de desempeño", a cambio de que las facultades inviertan recursos que no tienen (y se sigan endeudando), además de una reestructuración que no satisface a los estudiantes, funcionarios y a un sector de académicos.

INAP es otro de los 'emblemas' de la precarización de la U: hace años arrastra graves problemas de infraestructura y una crisis académica basada en conflictos internos de poder y a nivel disciplinario, que no le han permitido desarrollar un proyecto académico que entregue conocimiento útil para la sociedad en la esfera pública

El escándalo de la FAU durante el 2007. Un MECESUP que puso en duda
la transparencia de su ejecución, llevó a plantearse un claustro para evaluar la actual situación de precarización y la obtención de soluciones que la ayuden a salir de esta.

El ITPUCH. En una primera instancia intentó ser un buen negocio y terminó estrepitosamente el año pasado con estudiantes movilizándose ante su inminente cierre.

La actual administración a nivel central de las principales facultades: FEN, Derecho, Medicina, Ingeniería, las cuales presentan elevados aranceles que sólo un pequeño sector de nuestra sociedad puede pagar.

Sabemos que muchas personas quedan excluidas de ingresar a la educación superior debido a las injustas condiciones que caracterizan el actual modelo educacional. Muchos de los que ingresan, no cuentan con los recursos para mantenerse en la universidad: conocidos son los casos de compañeros que no tienen los recursos suficientes para costear sus carreras y terminan transformándose en morosos traspasados a DICOM.

Son experiencias que vivimos a diario en nuestra institución y es la realidad que viven muchas universidades de nuestro país, en un constante desamparo del Estado. No son fenómenos aislados sino parte ineludible de un mismo sistema educacional, el mismo que ha quedado establecido en la nueva Ley General de Educación, maquillado de otra forma para esconder el mismo fondo. Diseñado para funcionar con una lógica cada día más incompatible con el carácter de las universidades como la nuestra.

Escenario nacional de la educación chilena.

La movilización de los pingüinos el 2006 sacó a la luz el descuidado debate en torno a la educación. Lo que habían sido demandas aisladas de sectores estudiantiles principalmente universitarios, que no habían logrado trascender sus campus, ahora estaban en el centro del debate nacional.
Frente a la presión de la movilización, el gobierno conformó el conocido Consejo Asesor Presidencial, instancia que no logró canalizar el debate de los denominados actores sociales y terminó llegando a resoluciones por consenso de los sectores políticos, olvidando que su principal objetivo era representar los intereses de la ciudadanía en su conjunto y no del sesgado grupo con representación parlamentaria. Por esto nuestra federación decidió bajarse a fines del año pasado.
Las discusiones que se dieron en su interior de igual forma mostraron lo álgido y significativo del tema, a un punto que el gobierno decidió abordar los diferentes tópicos de análisis en varios concejos asesores, como el de Educación Superior. Este Consejo Asesor, con menos respaldo comunicacional que el anterior, estuvo trabajando durante meses hasta que presentó su informe hace unos días. Meses en los cuales no hubo un respaldo de movilizaciones que le diera peso a los planteamientos de los sectores estudiantiles.

Una vez publicados los resultados se pudo constatar que no se habría puesto en tela de juicio el modelo al cual responde el sistema educacional chileno, si es el más adecuado para resolver los problemas de Chile o no; además se fortalecía la lógica del crédito, se proponía la masificación de la educación superior pero no en función de un proyecto de país sino al amparo de las demandas del mercado, no se asegura la democratización necesaria del gobierno de las universidades y se introduce la posibilidad de lucro, elementos que se alejan de los planteamientos fundamentales que han estado levantando los movimientos estudiantiles a lo largo de todo chile en los últimos años.

Así pudimos constatar que las políticas de “gobierno ciudadano” de Bachelet no son más que un ardid para sortear la presión de los sectores sociales, una estrategia comunicacional en la que no podemos seguir confiando y que nos deja con todas nuestras propuestas una vez más en la mano, sin poder esperar que vayan a ser mejor consideradas en otro acuerdo entre los partidos políticos, los que bien sabemos están muy lejos de representar a la ciudadanía y muchos menos a los estudiantes.

Con estos antecedentes se resolvió en la CONFECH salir a la calle para plantear la inconformidad de la mayoría del estudiantado chileno respecto a los acuerdos tomados, ya que pasarían por alto demandas históricas y planteamientos llevados a la mesa por los sectores más directamente involucrados.

En paralelo, el Colegio de Profesores llamó a los sectores sociales vinculados a la educación: funcionarios, codocentes, apoderados, estudiantes, etc., a conformar una Asamblea por la Educación, que defienda de la misma forma, las demandas que en un inicio dieron origen a la creación del primer consejo asesor, sintiéndose pasados a llevar en sus necesidades y animados a levantar nuevamente un movimiento que presione al gobierno lo suficiente como para retomar sus demandas.

Esta asamblea convocó también a una movilización contra el lucro para el próximo miércoles 9 de abril, a la que se decidió apoyar como federación según el último pleno. Sin que tampoco existan muchas expectativas de que sea masiva por el poco conocimiento que tienen los estudiantes de estos temas. En este escenario no podemos permanecer callados. Menos cuando nuestra propia Federación tiene una opinión significativa que plantear a nivel nacional. Tenemos que informarnos y expresar nuestras inquietudes en los espacios de representación estudiantil que nos hemos dado, en cada sala de clases y a nivel transversal, y es aquí donde cobra especial relevancia la propuesta de nuestra comisión.

¿Por qué es importante debatir en torno a Educación y LGE?

¿Por qué es importante debatir en torno a esto?:

Hoy en día el rol del individuo en la sociedad se enmarca en una relación cada vez más utilitarista y mercantil. La mayoría de los jóvenes chilenos no hemos recibido una real educación cívica, nunca nos han enseñado a ser sujetos participativos, con derecho a incidir en el rumbo de nuestro país, en la construcción de la sociedad que queremos. Esto no debiese parecernos extraño cuando la mayor cantidad de decisiones tanto en lo público como en lo privado se elaboran y llevan a cabo por un reducido grupo de personas y bajo sus propios intereses, lo que en la práctica conduce a su auto fortalecimiento y no a otra cosa. La verdad es que les conviene que no recibamos una buena educación, menos que tengamos el derecho y la capacidad de ser partícipes, es decir, verdaderos actores sociales.

El Consejo Asesor Presidencial para la Educación que se conformó para generar un cambio en la LOCE es un ejemplo de aquello, y la nueva LGE viene a demostrar que jamás hubo interés en solucionar de raíz el problema de la crisis en el sistema educacional que denunció hace dos años el movimiento de los secundarios. Ante esto hay que ser realistas; mientras no sean todos los sectores sociales los que trabajen en conjunto por una verdadera reestructuración en el sistema educativo, seguirá operando la misma lógica de mercado, con estos sujetos por arriba, tratando de lucrar con nosotros, con nuestros derechos.

Compañeros y compañeras de la Universidad de Chile, estamos parados en el escenario mismo y todavía seguimos creyendo que somos espectadores de un circo al cual sólo de vez en cuando nos atrevemos a mirar. Debemos saber que no es así, que aquí no existen los espectadores, y que nuestra inmovilidad facilita a que otros actúen por nosotros, a que se apropien de nuestro papel. Sabemos que falta participación en la Federación, que le falta vida, sin embargo, todos tenemos alguna opinión al respecto. Es por esto que se hace urgente e importante el cambio de lógica en el modo de operar de la federación, para que de una vez por todas logremos generar propuestas desde los propios espacios, desde la realidad particular de cada facultad, en miras de un problema común. Sólo de esta forma nuestra voz será representada y la FECH volverá a ser la herramienta de transformación social que Chile necesita.