miércoles, 9 de abril de 2008

Escenario nacional de la educación chilena.

La movilización de los pingüinos el 2006 sacó a la luz el descuidado debate en torno a la educación. Lo que habían sido demandas aisladas de sectores estudiantiles principalmente universitarios, que no habían logrado trascender sus campus, ahora estaban en el centro del debate nacional.
Frente a la presión de la movilización, el gobierno conformó el conocido Consejo Asesor Presidencial, instancia que no logró canalizar el debate de los denominados actores sociales y terminó llegando a resoluciones por consenso de los sectores políticos, olvidando que su principal objetivo era representar los intereses de la ciudadanía en su conjunto y no del sesgado grupo con representación parlamentaria. Por esto nuestra federación decidió bajarse a fines del año pasado.
Las discusiones que se dieron en su interior de igual forma mostraron lo álgido y significativo del tema, a un punto que el gobierno decidió abordar los diferentes tópicos de análisis en varios concejos asesores, como el de Educación Superior. Este Consejo Asesor, con menos respaldo comunicacional que el anterior, estuvo trabajando durante meses hasta que presentó su informe hace unos días. Meses en los cuales no hubo un respaldo de movilizaciones que le diera peso a los planteamientos de los sectores estudiantiles.

Una vez publicados los resultados se pudo constatar que no se habría puesto en tela de juicio el modelo al cual responde el sistema educacional chileno, si es el más adecuado para resolver los problemas de Chile o no; además se fortalecía la lógica del crédito, se proponía la masificación de la educación superior pero no en función de un proyecto de país sino al amparo de las demandas del mercado, no se asegura la democratización necesaria del gobierno de las universidades y se introduce la posibilidad de lucro, elementos que se alejan de los planteamientos fundamentales que han estado levantando los movimientos estudiantiles a lo largo de todo chile en los últimos años.

Así pudimos constatar que las políticas de “gobierno ciudadano” de Bachelet no son más que un ardid para sortear la presión de los sectores sociales, una estrategia comunicacional en la que no podemos seguir confiando y que nos deja con todas nuestras propuestas una vez más en la mano, sin poder esperar que vayan a ser mejor consideradas en otro acuerdo entre los partidos políticos, los que bien sabemos están muy lejos de representar a la ciudadanía y muchos menos a los estudiantes.

Con estos antecedentes se resolvió en la CONFECH salir a la calle para plantear la inconformidad de la mayoría del estudiantado chileno respecto a los acuerdos tomados, ya que pasarían por alto demandas históricas y planteamientos llevados a la mesa por los sectores más directamente involucrados.

En paralelo, el Colegio de Profesores llamó a los sectores sociales vinculados a la educación: funcionarios, codocentes, apoderados, estudiantes, etc., a conformar una Asamblea por la Educación, que defienda de la misma forma, las demandas que en un inicio dieron origen a la creación del primer consejo asesor, sintiéndose pasados a llevar en sus necesidades y animados a levantar nuevamente un movimiento que presione al gobierno lo suficiente como para retomar sus demandas.

Esta asamblea convocó también a una movilización contra el lucro para el próximo miércoles 9 de abril, a la que se decidió apoyar como federación según el último pleno. Sin que tampoco existan muchas expectativas de que sea masiva por el poco conocimiento que tienen los estudiantes de estos temas. En este escenario no podemos permanecer callados. Menos cuando nuestra propia Federación tiene una opinión significativa que plantear a nivel nacional. Tenemos que informarnos y expresar nuestras inquietudes en los espacios de representación estudiantil que nos hemos dado, en cada sala de clases y a nivel transversal, y es aquí donde cobra especial relevancia la propuesta de nuestra comisión.

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